RETO MÓDULO 2: PLAN DE FOMENTO DE LA MUJER EN EL MUNDO RURAL: LA LEY 35/11 DE 4 DE OCTUBRE DE TITULARIDAD COMPARTIDA DE LAS EXPLOTACIONES AGRARIAS

                                                

 

La igualdad de género es un principio fundamental en la construcción de sociedades justas y equitativas. La política pública de igualdad de género, especialmente en el ámbito rural, es esencial para abordar las desigualdades históricas que han afectado a las mujeres especialmente en estas zonas debido a estereotipos de género arraigados y una falta de reconocimiento de su contribución a la agricultura.  El Plan de Fomento de la Mujer en el mundo rural implica distintas áreas, una de ellas el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que ha adoptado diferentes medidas para conseguir los objetivos marcados por la normativa. Dentro de estas ha llamado mi atención la Ley 35/11 de 4 de octubre de Titularidad Compartida de las explotaciones agrarias con los siguientes objetivos:

- Profesionalizar la actividad agraria y ganadera de las mujeres

- Mejorar la participación femenina en las organizaciones agrarias.

- Visibilizar el trabajo de las mujeres en las explotaciones agrarias.

- Ayudar al asentamiento de la población rural.

- Fomentar la igualdad y mejorar la calidad de vida en el medio rural.

 1. Ámbito de intervención:

La Ley 35/2011 tiene como objetivo principal establecer un marco legal que promueva la titularidad compartida de las explotaciones agrarias entre cónyuges o parejas unidas por un vínculo de afectividad, reconociendo así la contribución igualitaria de ambos en la gestión de estas explotaciones. El ámbito de intervención de esta política se centra en el sector agrario en el mundo rural español y busca combatir la desigualdad de género al permitir que las mujeres tengan un reconocimiento legal y económico por su trabajo en la agricultura, ya que históricamente las explotaciones han estado a nombre de los hombres, permaneciendo sus mujeres a la sombra, sin figurar legalmente, ni cotizar, ni adquirir ningún derecho derivado de la empresa familiar. Ellas trabajaban igual o mas que ellos, pero se entendía que el cabeza de familia era legalmente el que debía estar al frente y las labores de ella se entendían referidas al ámbito doméstico.

 2. Contexto de la administración impulsora:

La Ley 35/2011 fue impulsada en España en un contexto en el que las mujeres rurales estaban desempeñando un papel importante en la agricultura, pero muchas de ellas no tenían acceso a los mismos derechos y recursos que sus contrapartes masculinas. A pesar de que ya estábamos en el siglo XXI, la mayoría de las explotaciones estaban a nombre de los hombres, y las mujeres aun trabajando en las mismas no figuraban como titulares de las mismas y muchas veces tampoco eran autónomas ni cotizaban en el Sistema de Seguridad Social. La administración impulsora fue el Gobierno de España, a través del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que en torno a esta materia transversal reconoció la necesidad de promover la igualdad de género en el mundo rural y de garantizar que las mujeres tuvieran la misma capacidad de toma de decisiones y acceso a los beneficios económicos en el sector agrario.

 3. Análisis de la política pública en tres ámbitos:

-          * Roles: La política de titularidad compartida busca cambiar los roles tradicionales de género en la agricultura al reconocer la contribución igualitaria de las mujeres en la gestión de las explotaciones agrarias. Esto implica un cambio cultural significativo al desafiar las normas de género arraigadas en el mundo rural. 

-          * Recursos: La Ley 35/2011 permite a las mujeres acceder a recursos económicos y financieros de manera más equitativa, lo que mejora su posición en las explotaciones agrarias. Esto incluye la posibilidad de participar en programas de desarrollo agrario y acceder a subsidios y créditos agrícolas de la misma manera que los hombres. 

-         *  Representación: La titularidad compartida permite a las mujeres tener voz y voto en la toma de decisiones en las explotaciones agrarias, lo que mejora su representación en las esferas de influencia de la agricultura.

 4. Impactos y resultados: 

Personas beneficiarias: Las mujeres rurales son las principales beneficiarias de esta política. Han ganado reconocimiento legal y económico por su trabajo en la agricultura, lo que les brinda seguridad financiera y un estatus igual en la gestión de las explotaciones agrarias.

Características e impacto: La política ha permitido a las mujeres desarrollar habilidades de gestión agraria y emprendimiento, mejorando su autoestima y empoderamiento, y un paso más en la independencia económica. También ha llevado a una mayor inversión en las explotaciones agrarias y una diversificación de la producción, lo que ha impulsado la sostenibilidad y la rentabilidad en el sector agrario. Aunque desconozco las estadísticas, creo que esta normativa ha dado un empujón a muchas mujeres para dar un paso al frente y asumir el papel que les corresponde. Además, con su "legalización", han conseguido aportar un nuevo aire a las explotaciones, emprendiendo nuevos proyectos que han emergido estos últimos años como la introducción de modos ecológicos o "bio", potenciación de elaboraciones artesanales, lanzamiento de nuevos productos tradicionales (quesos, mermeladas...), introducción de nuevos cultivos (arándanos) y un largo etc.

Efectos: La política ha contribuido a cambiar la percepción de las mujeres en el mundo rural y ha desafiado estereotipos de género obsoletos. Además, ha fomentado un ambiente de trabajo más equitativo y cooperativo entre los cónyuges en las explotaciones agrarias.

 5. Puntos fuertes y debilidades de la política:

 Puntos Fuertes:

 a. Reconocimiento de la contribución de las mujeres: La Ley 35/2011 reconoce y valora el trabajo de las mujeres rurales en la agricultura.

 b. Empoderamiento económico: Las mujeres ganan acceso a recursos y derechos económicos, lo que mejora su posición financiera y capacidad de toma de decisiones.

 c. Fomento de la Sostenibilidad: La política ha llevado a una diversificación de la producción agraria, promoviendo prácticas más sostenibles.

 Debilidades: 

a. Implementación Desigual: La aplicación de la Ley puede variar según la Comunidad Autónoma y también según las regiones, ya que en algunas la mentalidad de las personas todavía no entiende del todo que la mujer puede y debe figurar al igual que el hombre en la actividad familiar, ya que ambos comparten trabajo, y por tanto derechos y obligaciones.

 b. Resistencia cultural: La resistencia a los cambios en los roles de género tradicionales puede persistir en algunas comunidades rurales.

 c. Necesidad de concienciación continua: La concienciación sobre la Ley y sus beneficios sigue siendo un desafío en algunas áreas rurales, lo que limita su efectividad.

 En resumen, la política de titularidad compartida de explotaciones agrarias en el mundo rural, como se establece en la Ley 35/2011, ha tenido un impacto positivo en la igualdad de género al reconocer la contribución de las mujeres en la agricultura y al proporcionarles recursos y derechos económicos. A pesar de desafíos en su implementación, esta política es un paso significativo hacia la igualdad de género en el ámbito rural, mejorando la representación y los roles de las mujeres en la agricultura y promoviendo la sostenibilidad en el sector.   

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